Hoy,
estamos comenzando a vivir lo que hace unas épocas llamábamos el futuro mundo
robótico, aquella época nos hacía pensar en un mundo que solo existía en las
películas de ficción. Lo anterior, nos
hace pensar que estamos adentrándonos en el universo imaginado de nuestra
niñez, y que las transformaciones se han acelerado más rápido de lo que
pensábamos.
El
mundo de la robótica presenta avances a pasos agigantados, y de manera
creciente, nuestras empresas están siendo habitadas por aquellas tecnologías
que algún día algunos imaginaron y que hoy se hacen visibles en nuestra
realidad.
Nuestros
hogares y lugares de trabajo están invadidos de robótica, ésta se está
convirtiendo en parte de nuestra vida cotidiana, en el desempeño de tareas de
servicio y de producción en diferentes áreas del diario vivir.
Todo
esto nos lleva a pensar en los efectos de los sistemas automáticos basados en
robots, los cuales podrían afectar las tasas de empleo y que harán que los
modelos laborales cambien, teniendo (cada uno de nosotros) que reevaluar
nuestros conocimientos y nuestros conceptos de formación.
“Cada
4 años se genera un conocimiento que duplica a todo el conocimiento generado en
la historia de la humanidad a la fecha. Es decir que cuando un alumno termina
la universidad, ya es obsoleto. Tendría que volver a entrar por la puerta que
está saliendo para mantenerse actualizado. Por eso hoy el paradigma ya no es
que los estudiantes aprendan, sino que aprendan a aprender e incluso, que
aprendan a desaprender, debido a la velocidad con que está avanzando el
conocimiento” (Jarque, Inegi).
Sumado
a lo anterior, tenemos el impacto social con nuevos patrones de ocio y cambios
en las viviendas, transformando así el
valor del trabajo.
Aunque
en la actualidad se tengan tantos avances en la robótica, no es lo que se
espera o por lo menos no alcanza a vislumbrarse lo que hemos visto en las
películas futuristas, aquellos robots casi humanos (Humanoides bio-mecánicos).
La robótica de hoy está más orientada hacia la industria y la medicina,
sectores donde el avance ha sido significativo en cuanto a optimización de
procesos se refiere, un ejemplo de esta situación se encuentra en la medicina,
con el sistema quirúrgico “Da Vinci”, que permite que las cirugías presenten
menos sangre, pequeñas cicatrices y una rápida recuperación.
Estos
certeros dispositivos, los robots, realizan sus tareas con mayor velocidad,
continuidad, y efectividad; además son incansables, ya que realizan trabajos
peligrosos y hasta inaccesibles para una persona, incluso, son más económicos
que sus contrapartes humanas. Es este último aspecto el más discutido
actualmente, ya que nos lleva a una disputa social, debido a que los obreros
aceptan trabajar por una menor remuneración con tal de no perder su empleo.
Resta
dejar el siguiente cuestionamiento para aquellos que quieran crear una
conciencia acerca de la evolución tecnológica:
¿Somos
nosotros los que controlamos la tecnología, o es ella quien nos controla a
nosotros?
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